Albergue San Pelayo - Puente Villarente, León

Sarita A. C.

Estuve con mis dos perros hospedada en este albergue.
Pagamos € 68 por una noche en una habitación “cutre”, sucia, llena de polvo con colillas de cigarrillo y basura bajo las camas, con unos colchones, almohadas y cobijas viejas y de mala calidad. Olor a humedad, oscuro y con mucho ruido.
Esto sin contar con el frío que pasamos en la noche. La calefacción no funcionó.
Es de rescatar que permitan ingresar perros y el servicio de jardín que tienen en las tardes, mis perros estuvieron felices y les permitieron correr libremente.
El problema es que en la mañana, cuando sacamos a los perros a hacer sus necesidades, no pudimos salir a la calle porque tienen un gato enorme y nervioso a la entrada y cierran con seguro el jardín, lo cual nos dejó sin opciones.

La administradora nos invitó a cenar con los peregrinos a las 7 de la tarde como atención del hostal , pero al final de la cena de manera vociferante y déspota nos cobró.
No volveremos ni recomendamos este hostal.

Susana G.

Fuimos a celebrar un cumpleaños al restaurante 17 personas. Pedimos ensalada, paella y 3 entrecots, aparte de la bebida. Después de esperar casi una hora desde que teníamos la reserva, salió la paella. Todavía no nos habían recogido la comanda de la bebida ni teníamos el pan. Y nos dijeron .." la paella está para comer" Tuvimos que servirnos nosotros. Y después ni nos cambiaron los platos para comer la carne. Al final resultó un asalto a mano armada. La comida estaba buena, pero el servicio, y la cantidad no sé ajustaron al precio. Por poco más tengo un menú de boda. Un sitio muy bonito, pero no pienso repetir.

Lorenzo M.

El hotel es perfecto por todas las necessitais,no falta nada. El ambiente es lo que quieres despues un dia largo de viaje y camino
Voy a añadir dos palabras por los dueños , Julio y Rachel. Dos personas super disponible y amable que me ayudaron desde el principo hasta la fin del viaje.
Sugerisco la parillada de carne que Julio cucina perfectamente 😉

Noelia V. G.

No identifico absolutamente nada la opinión anterior con la realidad del sitio. Siempre son súper puntuales con las reservas, la cantidad y calidad del servicio siempre es inmejorable.
En cuanto al precio, he cenado mogollon de veces ahí… y siempre me ha parecido justo…. Cenas al aire libre con unas zonas verdes espectaculares y una atención exquisita!!!!

Diana D.

Muy amables, el sitio es super bonito por dentro.
El restaurante cocinan muy bien, nos comimos un chuletón que estaba tremendo.
No había aire acondicionado en la habitación ni ventilador, pero no hacía falta, hacia buena temperatura (y mira q era finales de julio). El check out es temprano porque es albergue de peregrinos, estaría bien quizá q fuera un poquito más tarde. Pero por lo general todo bien!

Pablo F. T.

Un sitio agradable donde hacer noche, el trato con nuestro grupo fue un poco dispar, ya que a los adultos nos trato la verdad que de 10, no así con los adolescentes que llevamos que no terminaron de estar contentos.
El sitio esta cerca del centro unos 15 minutos en coche y se comunica bien y no es difícil llegar.
La comida si es cierto que no nos pareció de mucha calidad, en nuestro caso tortilla patata y croquetas precocinada y congeladas y el embutido de una calidad media/baja, en el caso de los desayunos leche y colacao o café y bollería industrial, nos faltó quizá algo para unas tostadas.
Las habitaciones dobles bien equipadas, camas cómodas aunque las almohadas un pelín bajas, la ducha perfecta. En el caso de las habitaciones grandes, camas y mantas cómodas en las que durmieron genial pero al no haber puertas al mínimo ruido causas malestar al resto de la gente.

Camino C.

El precio del Albergue muy por encima de la media. Atención pésima, la señora rubia de gafas, creemos que la dueña, muy mal carácter, así no se puede estar de cara al público, una déspota. La limpieza de la habitación deja que desear, encontramos pelos y no en el baño. No lo recomiendo. La comida te la vende por casera, mejor no comento más un desastre!

Tomás J.

Se encuentra en una calle paralela al margen derecho de la carretera nacional en dirección a León, y a su lado hay una granja de vacas cuyos orines en verano obligan a aguantar la respiración al pasar por delante. Me asignaron la habitación n°6, grande y con baño privado. No sirven desayunos y solo tomé una coca cola (pequeña) y una botella de agua de litro y medio, por lo que pagué 4€.|No lo digo por este albergue, pero llevo años denunciando la mezquindad de muchas tiendas, bares, hostales, restaurantes...que aprovechan la necesidad del peregrino para clavarle 2€ por una botella pequeña de agua. El agua es un producto de primera necesidad (y más en verano) y se debería regular su precio como se hace en Grecia. Lamentablemente, si solo podemos apelar a la honradez de los implicados, estas palabras caerán en saco roto.