Espacios - La Habana

Carlos Enrique Fernández Velazco

Desde el momento en que entras al acogedor ambiente del bar, sabes que estás en un lugar donde la mixología se eleva a la categoría de arte. Pero entre la variedad de cócteles coloridos y las botellas meticulosamente alineadas, hay una creación que destaca por encima del resto: el White Russian de Ramón Linares.

Este no es un White Russian cualquiera. La destreza de Ramón transforma este clásico en una experiencia sensorial única. Con una base de vodka de la más alta calidad, Ramón añade licor de café con un toque de ron y azúcar, creando una mezcla que es a la vez potente y suave.

Pero lo que realmente eleva este trago es la nata. No cualquier nata, sino una que Ramón monta a la perfección hasta lograr una textura que es ligera como una pluma y rica como la crema. Al probarlo, la capa blanca de nata se funde con el vodka y el licor de café, ofreciendo un sabor que es dulce, cremoso y con el equilibrio justo de amargura.

La presentación es impecable. Una pizca de canela espolvoreada con gracia sobre la nata, añadiendo no solo un aroma irresistible sino también un toque sofisticado al conjunto. Ramón, con su característica sonrisa, a menudo adorna el trago con un palo de canela, que no solo sirve como decoración sino también como una invitación a explorar los matices del cóctel.

En resumen, el White Russian de Ramón Linares no es solo un trago, es una obra maestra líquida. Es un recordatorio de que, en manos de un verdadero artista de la coctelería, incluso los clásicos pueden renacer y sorprendernos de maneras inesperadas. Si te encuentras en este bar, no dejes pasar la oportunidad de pedir este elixir cremoso y embriagador. Te prometo que no te dejará indiferente.

galilea espinoza

Un lugar agradable para pasar el rato, la pizza es delgado y y deliciosa, la súper recomiendo a demás está a muy buen precio.

Ariam Duvergel

Los gastronómicos a la hora de traer la cuenta te multan y te ponen consumo de más o se esconden el dinero y luego te dicen que falta … ojo con eso ….

Gabriela Hernández

NUNCA VISITEN ESTE LUGAR. Pésimo, pésimo, pésimo servicio. ES UN ASALTO. Al final uno termina pagando de más. Y te hacen el cuento de que según todo está en la carta. Pedimos unos tacos de ropa vieja, que no están en la carta. El platillo de ropa vieja cuesta 1,500. Los tacos “creados” nos los vendieron en 2,500 ?. Por Dios. Y con los tragos es la misma historia, no vayan a pedir algún cóctel con un licor diferente, porque les van a cobrar por separado. Dos veces me bastaron para nunca mas volver a pisar este lugar. NO VAYAN. Ahórrense el mal rato 🙂 y vayan a cualquier otro lado.

Alexis Manuel Pascual Aguirre

Este Bar es muy peculiar, tiene un clima muy agradable donde te sientes como en casa, los bartenders hacen unos tragos riquísimos y el precio esta acorde a la calidad, siempre que vamos disffutamos mucho, es un lugar ideal para compartir y pasarla genial, recomiendo este lugar

Enmanuel Garcia

Nunca más pienso ordenar aquí. Ordenamos a la casa croquetas, paella de mariscos, cerdo a la parrilla y pizza y no podría arrepentirme más. Todo estaba nadando en grasa, el arroz no sabía a nada a pesar de tener deliciosos camarones y langostas, es como si hicieran el arroz aparte, además tenía tanta grasa que de haberme comido lo que ordene hubiese vomitado. Las croquetas de las cuales soy fan eran más bien bolas de grasa, solo pude comer una. Las pizzas son entre mediocres y malas. El postre que fue coco rallado con queso pudiera haber sido el único plato decente mas el queso no tenía sabor. No se los recomendaría.

Antonio Valdés

Fuimos a comer 5 personas y pedimos un Combinado completo cubano previa reserva telefónica. El combinado constaba de Masas de cerdo fritas, tostones, arroz moro y frijoles. Todos coincidimos en que nos pareció caro para lo que ofrecen. La calidad de la comida es normal y tienen una buena carta de bebidas. No creo que sea un lugar para ir a comer o almorzar, más bien para ir a tomar unos tragos o copas y quizá, cenar. Nada más. Como comentario final decir que estuvimos toda la comida comiendo sin luz debido a un apagón y que la mitad de los platos de la carta no estaban disponibles.

Barbara molina moreno

Pésimo lugar muy bonito pero mal preparados los tragos , los cobran al precio de EE.UU. el vodka con naranja la naranja era color blanca ningún sabor para mi experiencia no lo recomiendo en el patio no había música y para estar dentro tenias q consumir una botella bien costosa De lo contrario no podías estar simplemente muy malo