Residencia de Estudiantes Nuestra Señora de Fátima (Dominicas) - León, León

Belen dejuan

Mi hija está allí y el curso que viene va a repetir estancia...
Trato familiar, buen ambiente, limpia, bien situada, comida variada

Irene AG

Experiencia genial, estuve un año aquí y tengo buenos recuerdos tanto de las instalaciones, el ambiente agradable, la comida. Tiene todo lo necesario, es amplia y limpia.
Me sorprenden los comentarios negativos, para mi nada de eso tiene credibilidad. Si los residentes no cumplen con la normativa, la dirección adopta las medidas que cree oportunas, como es lógico.
Por lo tanto me parece un ataque injusto a todo el esfuerzo que ponen en la gestión la residencia.

T. F.

Mi estancia en la residencia durante el curso pasado ha sido excepcional, trato amable y cercano. Tanto la habitación como las estancias comunes estaban super limpias y la comida de calidad respecto a otras residencias en las que he estado, con alternativas para celiacos, como es mi caso y para gente alérgica a otras cosas.
La dirección me resolvió al momento un problema que tuve con la cama y siempre dispuesta ante cualquier petición.
En mi caso además me interesaba estar cerca del centro así que todo de 10.

Sara Villaverde

Es un lugar acogedor, con un ambiente familiar y siempre están pendientes de cada detalle. Además, se encuentra muy cerca del centro por lo que es muy cómodo. La comida es casera y si alguna vez existe algún problema, enseguida se encargan de proporcionar una solución. En resumen, son una familia. Muchas gracias por todo.

Ice Yable

Nada más llegar notas que es muy familiar, te sientes como en casa pero con tu espacio. Enseguida te presentan a otras personas que viven allí por lo que es muy fácil la convivencia. Está súper limpio y la comida es buena, tienen variedad. Tienen varias salas de estudio y una biblioteca enorme para estudiar, el patio es muy cómodo también para estudiar.
Por otro lado, está muy bien situado, llegas al centro en 5 minutos a pie.

Mencía Félix González

El peor alojamiento del mundo. Después de vivir un año en esta residencia no se la recomendaría ni a mi peor enemigo, empezando por las comidas de las que adjunto foto. Mal sabor, seca en casos como la tortilla o aguada en el caso del “pescado”. Hemos llegado a encontrar fruta mohosa en varias ocasiones en el frutero del comedor y una mosca en el plato de pasta de una de mis compañeras. Tras acción de gracias comimos sobras de pavo durante 3 días. Nos hemos pasado el curso comiendo de la comida precocinada del Mercadona cercano a la residencia porque era incomestible lo que se nos servía. El trato de una de las trabajadoras del comedor hacia ciertos grupos es una vergüenza, hemos llegado a ponerlo en conocimiento de la dirección sin cambio algo de actitud por su parte.
La limpieza de las habitaciones es escasa, una vez a la semana y en la mayoría de los casos no se limpiaba debajo de las camas, acumulándose polvo. En una ocasión hemos estado 14 días sin limpieza por problemas de organización de los empleados.
También aportamos 100€ para supuestas “actividades” de las cuales sólo podemos hablar de una barbacoa (que cuenta como comida del día) y un triste concierto de 1 hora en el comedor por parte de un cantante.
En nuestro caso se nos prometieron reformas cuando fuimos a visitarla por primera vez, a lo largo del curso consiguieron acabar la biblioteca cuando ya estábamos en la convocatoria de junio ( con los consecuentes ruidos por parte de las obras) y el comedor. Ni rastro de la sala de estiramientos o la “piscina” para el verano. Adrian te vende la residencia muy bien pero la realidad es que no va a ser ni la mitad de lo que asegura que tendrá o que harán.
Intente irme de la residencia en octubre por el mal ambiente y la rabia de pagar por unos servicios (comida o limpieza) que no se nos proporcionaban adecuadamente, se nos exigía pagar todo el año y finalmente decidí quedarme. Viví un año de cortes de luz prácticamente constantes por las noches, ruidos porque las paredes son extremadamente finas y mala alimentación además de excusas todo el rato por parte de la dirección. UNA VERGÜENZA.
De la residencia me llevo la gente que conocí, por lo demás una pesadilla.

Ana Gutierrez

Ante el ataque injustificado que esta recibiendo esta Residencia, mencionar que mi sobrina se encontró alojada en dicha residencia el curso pasado, teniendo numerosas quejas del comportamiento de un grupo de 4 Residentes que hacían la convivencia imposible con las demás. Por suerte este grupo fue aislado y el resto pudieron tener un curso de lo mas normal.
En dos ocasiones he visitado la Residencia y se encuentra perfectamente cuidada y limpia, siendo cada residente responsable de su habitación. La comida se cocina en la propia residencia y como en cualquier restaurante, puede gustar mas o menos siendo esto una cuestión de gustos.
Este curso hemos conseguido acceder a los estudios que mi sobrina deseaba y comenzamos de nuevo en otra ciudad echando mucho de menos lo vivido en León.

Noelia González Juberías

Experiencia nefasta.

Me alojé en el curso 22-23 en esta residencia y la experiencia no pudo ser peor.

Tras el primer contacto con el gerente, Adrián, nos creamos unas expectativas que distaban muchísimo de la realidad. Tras prometernos actividades, espacios modernos tanto como para el ocio y el estudio, habitaciones nuevas y reformadas, todo esto se quedó en humo, que es lo único que sabe vender.

Empezando por las habitaciones, sucias, viejas, con la loza del baño desconchada.

Siguiendo por la comida, la cual merece un extenso apartado, ni en las cárceles de Tailandia se come tan mal, comida de baja calidad, en la gran mayoría de las ocasiones en mal estado, con baja elaboración. Los sobras duraban días.

El trato con el personal malísimo, ya que no atendían nuestras quejas y se lo tomaban como algo personal.

Sufrimos obras diariamente durante todo el curso escolar.

Por no hablar también del frío intenso sufrido durante todos los meses invernales, ya que donde la residencia es fría de por si, apenas se encendía la calefacción y prohibieron tener aparatos calefactable

Tras encontrarme ante esta situación y tal desencanto intente irme y dejar la residencia, Adrián amenazó con cobrarnos todo el año porque aparecía en el reglamento de régimen interno, el cual estuve reclamando durante 3 meses sin poder verlo, y cuando este se entregó se envió mal redactado, sin fechas y sin sellar.

Espero que esta crítica sea constructiva para que en el futuro se subsanen todas estas carencias detectadas y la gente que venga a posteriori pueda disfrutar de una buena estancia, muy distinta a la mía.