Residencia de mayores Amavir Valdebernardo - Madrid, Madrid

Raquel Venegas Crespo

Decirte que desde hace 14 meses tengo a mí familiar en la residencia. El personal para mí es excepcional y cada uno pone dedicación en su departamento,a cada cual mejor,desde la dirección hasta el último departamento. También decir que desde que entramos las fiestas y actividades son cada vez mejores,se superan en bailes,disfraces, decoración y atenciones a cada residente. Enhorabuena por todo y a todos.

Jesús Abad San Julián

Mi madre lleva dos años y 3 meses en la residencia Amavir Valdebernardo y puedo decir que estoy muy satisfecho.
El equipo humano es increíble. No tengo palabras para agradecer muchas veces lo que veo; no sólo en el trato personal diario sino en el desarrollo de actividades lúdicas donde todos procuran compartir momentos de alegría. Alegría y buen hacer es el combustible que mueve al equipo directivo y el resultado se ve continuamente en las caras de los que viven allí y los que pasamos allí mucho tiempo con nuestros familiares. Un abrazo y adelante.

Maria Abad

Dar las gracias a los grandísimos profesionales que cuidan a alguien tan querido para nosotros como nuestra madre, que hacen que su día a día, y el nuestro, sea más fácil y feliz. No voy a nombrar a los diferentes departamentos, porque sería un escrito muy extenso, pero desde los que cuidan su salud física y mental, hasta los que día a día se ocupan de todas sus necesidades, con una entrega que muchas veces se equipará a la relacion familiar, hace que exprese mi satisfacción ante el trabajo de un gran equipo, en el que prima la dignidad y cariño en el trato a los Residentes y sus Familiares. Seguir así, todos los que convivimos con vosotros en el día a día os lo agradecemos

angel muñoz muelas

Me paso por aquí para agradecer el trato tan bueno que un familiar ha tenido durante los últimos meses su vida. Muy buen trato de las auxiliares y personal varios en nuestras visitas. Pero en especial de Nuria, siempre con una sonrisa y un buen trato, además de un trabajo de 10. Nos resolvía todo a la primera. Muchas gracias equipo amavir!!

Miguel Blasco

Se cumplen aproximadamente tres años del ingreso de mi madre en esta Residencia y quiero hacer publico y compartir la magnifica impresión que tenemos en mi familia de la atención que recibe mi madre en todas la facetas: cuidado personal, actividades lúdico-terapéuticas, atención médica, actividades de rehabilitación, alimentación, y una de las principales: trato humano tanto con sus trabajadores en planta, como con las personas con tareas de gestión a todos los niveles desde la misma directora, siempre disponible para tratar cualquier incidencia por pequeña que sea, la gobernanta (vaya palabro), la asistente social, la psicóloga, los médicos, el personal de enfermería.

Quiero agradecer la profesionalidad del equipo y las gestión que lleva a cabo la dirección, son factores diferenciales a la hora de la satisfacción de los clientes, y en este caso la este grado positivo de satisfacción es en bienestar de nuestros familiares en estos difíciles años de sus vidas.

Gracias y espero que mi opinión no sea muy personal sino compartida por otros muchos familiares.

Un saludo.

Jose Moya

Hace 3 años que mi madre falleció en esta residencia. He pasado algunas veces por delante del edificio que en el que tantas ocasiones visité a mi madre. Lo miro como quien mira el castillo de Drácula a media noche. Me ha extrañado ver las buenas reseñas en Google. La falta de personal es evidente. Las multiples veces que visité a mi madre, casi todas por las mañanas, solo veías ancianos aparcados en la sala de espera viendo Telecinco. Muy poco de lo que se había prometido se cumplía: terapeuta ocupacional, gimnasia de memoria, talleres... Evidentemente cuando el anciano perdía movilidad, ya no podía atender a dichas terapias o talleres. Si ibas a preguntar a la terapeuta ocupacional porqué tu madre no había sido llevada a dichas terapias, lo descubrías al abrir la puerta del taller y encontrarte a la terapeuta con un anciano en cada brazo y otro colgado de la espalda. Igual que esas arañas hembra cargando a sus crías.
Durante los varios años que mi madre estuvo allí, yo y mis hermanos utilizamos diferentes enfoques para intentar que las condiciones de mi madre mejoraran, desde ir por las buenas y ser lo más diplomáticos posibles a poner quejas. Por el contrario, la estrategia del centro consistía en si te quejabas, tu madre, sufriría algún tipo de "cambio" en sus condiciones, como moverla de planta, a una con ancianos en peores condiciones, o requerir que firmáramos un permiso para poder atarla por las noches: Te quejas, te la devolvemos, parecía la consigna.
La lista de sucesos daría para un libro, y este post no da para tanto. No es una crítica contra los trabajadores, particularmente los que cuidan y limpian a los ancianos, y que posiblemente cobren muy poco, aunque es cierto que algunos comentarios de una de las doctoras hacia mi madre me dolió. Un día, porque tosía, quise que la viera la doctora. En todo momento fui amable y educado. Ella el apoyo de la enfermera, solo hacía que decir cosas negativas de mi madre, "hoy a tenido un día como siempre. Gritando y pegando". Notaba esa connivencia entre las dos, esa mandíbula rígida y esa sonrisa apretada, ese desparpajo de "te vas a enterar que te voy a decir unas cuantas cositas de tu 'querida mamá´" El momento fue espeluznante y clarificador. Afortunadamente, como he dicho antes, cuanto más abajo en la escala de trabajos del centro, el personal era más humano, a pesar de la sobrecarga laboral. Solo quiero hacer ver que tu padre, madre o abuelos no van a estar bien aquí, simplemente van a estar. Ya que considero que las normas básicas de higiene y atención se cumplen, pero nada más. Tristemente es lo que posiblemente vas a encontrar en otras residencias. Tenemos que ver qué son realmente estos centros de gestión privada con inversores y accionistas que solo buscan obtener beneficios. Como si esto fuera una "granja" de personas en las cuales nuestros ancianos son las vacas a exprimir, no clientes.
Llegaría la pandemia y mataría a 7291 ancianos en la C.A. de Madrid, y creo que 68 murieron en esta residencia. ¿Cómo se contagiaron tantos si estaban aislados en sus habitaciones y no se podían mover de manera autónoma? Eso es algo para lo que no encuentro explicación, o tal vez si la hay si leemos el articulo del periódico El Salto donde un auxiliar explica como se atendían a los ancianos en este lugar.
Lo cierto es, y por razones ajenas a ellos, que murieron sin traslado hospitalario. Fue como si te llamaran diciendo que tu madre ha tenido un accidente de tráfico y que la van a dejar morir entre los hierros del vehículo. Esa responsabilidad caerá sobre la actual presidenta de la Comunidad de Madrid.
Al final te quedará la culpa, que es con lo que ellos juegan, de saber si hiciste bien en confiar el cuidado de tus progenitores a un fondo buitre, y de esa culpa ellos se beneficiaran para hacerte creer que no había otra opción y que al final "iban a morir igual". Igual no.

Raquel Valencia Delgado

Feliz 18 aniversario. a por otros 18, que eso es facil con todo el equipo que hay en Amavir Valdebernardo, son todos encantadores, a la par que cariñosos,atentos,divertidos,con extra de paciencia,… .
P.D.:con M@Jesus y su acordeon lo pasamos requetebien, y para remate, el aperitivo de la fiesta hawaiana! Me apunto con mi padre a la proxima sin dudarlo. Solo puedo deciros: Gracias!

Sara Castán Marín

Amavir Valdebernardo es un centro súper completo, el cual ofrece una gran calidad de servicio a los residentes. No solo por sus instalaciones si no por la cantidad de profesionales que forman el equipo de trabajo. Sin duda, una de las residencias más buenas que he visto.