Residencia Escolar Ana María Martínez Urrutia - Almería, Almería

Noa Valenzuela

No sabría por dónde empezar. Estuve aquí un curso y medio intentando sacarme un título y lo tuve que dejar a medias.¿La razón? Fui constantemente acosada por compañeros y educadoras desde el primerísimo día por según ellos " no encajaba en el molde". Además de eso defienden a los niños malos mientras que a las personas que sólo queríamos estudiar se nos acosaba y sancionaba constantemente con normas absurdas a pesar de haber cumplido ya la mayoría de edad; por no hablar de las escasas higiene y climatización por la que algunos incluso enfermaron. Luego está la comida: escasa, de mala calidad e incluso precocinada. En resumen: sí sus hijos son niños buenos, tímidos o pertenecientes al colectivo LGTBI, por favor, no los castiguen haciéndolos ir a esta residencia.

Angel Quevedo

Que asco de recidencia llevo como dos años y el agua es del grifo tuve una infección por beber esa agua y no te dejan traer refresco al comedor y la hora de estudio de 6 a 8 te quita mucho tiempo de tu vida las fotos no tienen nada que ver y mucha falta de profesionalidad y siempre te amenaza con apercibimiento y todas las noche huele a porro y falta un buen Internet qur gasto siempre mis datos y las puertas rotas y mucho calor en verano

Antonio Lopez

Fue mi hogar desde 1998 hasta 2003. Cinco años que recuerdo ahora con mucho cariño. Allí tengo muchas anécdotas vividas con los compañeros. Por las noches alquilaban los últimos estrenos, primero en VHS y luego unos pocos años después en DVD. Había sala de juegos, pin pon, futbolín billar. Una biblioteca. Sala de informática. No te aburrias vamos.

Me acuerdo en especial de los educadores. Una labor nada fácil. Marcial, Antonio el médico, Ana, Carmen. El director Carlos. Les doy un saludo desde aquí. Todos unos profesionales.

En resumen. Una etapa muy bonita que se recuerda con cariño. Animo a los nuevos alumnos que la disfruten y la aprovechen porque luego la recordarán con nostalgia.

María

En dos años que pasé ahí, juraría,que desde que compraron las colchas jamás las han lavado.Las limpiadoras,muy entrometidas,y bueno,controlan al máximo el papel higiénico que gastabamos 4 criaturas que conviviamos en una habitación.Sobre las comidas? Si, muy repetitivas pero eso es lo de menos,lo que importaba es que estuviese bueno y no te encontrases un pelo o un trozo de nana de estropajo mientras comías,y así,me podría tirar todo el día recordando cosas que no deberían de porqué pasar en una residencia escolar pero he de decir que pasé un bonita etapa allí.

yoel martinez perez

Estuve viviendo 2 años en esta cárcel, las instalaciones dejan mucho que desear, muy poco espacio para convivir con una gran cantidad de gente, se supone que todos los días limpiaban, sin embargo hemos llegado a ver durante meses manchas en el mismo sitio y pelusas que nunca desaparecían, la comida lo mejor si quieres adelgazar, el único plato que se salvaba era la sopa de calabacín que la hace una cocinera con una receta propia, la tortilla de patatas no sabes si es huevo lo que lleva o plástico endurecido, la dirección deja mucho que desear por lo menos en el sentido de la gran cantidad de normas absurdas que te obligaban a cumplir, por otro lado hay una parte del personal con la que consigues tener una gran complicidad e incluso coges cariño, pero la otra parte del personal deja mucho que desear.

Silvia López Cholbi

Comida repetitiva, casi todos los lunes arroz a la cuba o macarrones -así desde septiembre del año pasado- y siempre los mismos menús del mes, en pleno invierno no encienden la calefacción hasta las 18:00 de la tarde y se quejan de que en hora de estudio que es de 18:00 a 20:00 estamos en la cama ya que hace mucho frío para ponerse a estudiar en el escritorio (pero es normal, si las habitaciones están heladas y no la encienden antes...) y los educadores en sus despachos sí tienen puesta la calefacción. Encima pides que la pongan y te empiezan a decir que no, que eso es mucho gasto de luz y no hablemos de que una educadora me dijo claramente que nos creíamos que teníamos todos los derechos -esto por pedir que enciendan la estufa a las 16:00- a lo que yo respondí que tenemos el derecho de cualquier ser humano de no pasar frío. ¿Dónde está la lógica de que los educadores se enciendan la estufa en sus despachos y a los alumnos que somos los que pagamos no nos la enciendan? Encima pides el libro de reclamaciones y me dicen que no tienen... ¿Cómo es posible eso? En fin, un desastre.

MIGUEL MARTINEZ

Residencia escolar de la Junta de Andalucía.
Llama la atención su forma de aplicar las normas donde el denunciar a los compañeros es premiado y el no denunciar acarrea una sanción. Estos no son los valores que me gustaría que aprendiera mi hijo pero cuando no tienes otra opción tienes que pasar por el aro. ( ¿ alguien quiere a los chivatos? )

Danike 06

Las limpiadoras me miran raro me sonríen y se acercan con intenciones extrañas