Residencia ORPEA Santo Domingo - Santo Domingo, Madrid

Félix del Pino Rojas

ATENCIÓN ESPOILER: NO LLEVEN A SUS MAYORES A ESTA RESIDENCIA Y SI PUEDEN, SÁQUENLOS. Éste ha sido el caso de nuestra madre a la cual ingresamos a principios de octubre para tener que sacarla hace una semana. La principal deficiencia en esta residencia es la baja cualificación profesional en general cuando no la falta de humanidad en algunas personas, principalmente auxiliares de planta que están en contacto con los residentes. Como toda generalización es mala, ha habido honrosas excepciones, a saber: una auxiliar de iniciales M.A. que es la única persona de este servicio que ha mostrado valía técnica y preocupación humana por nuestra madre. También hay que mencionar a la terapeuta ocupacional M. quien al igual que la anterior, demostró preparación y cariño. Enhorabuena y gracias a ellos. Contando con alguna excepción más, la atención es deplorable, comenzando por el equipo de Dirección (cuya responsable ni siquiera respondía a nuestros correos) así como de otras personas.
TODOS los días desde el ingreso hemos estado con nuestra madre, mañana y tarde, de Lunes a Domingo, días laborales y festivos. Contamos esto por lo que comento a continuación: les da igual las veces que vayas a ver al mayor, da igual las veces que les reclames en directo o por escrito porque aun sabiendo que recibe visitas a diario adoptarán una actitud indolente cuando no rayana en la negligencia con lo que les digáis. Todo lo anterior se traduce en las siguientes (que no todas) deficiencias padecidas en apenas cuatro meses:
La falta de personal en número y su la baja cualificación en ocasiones es patente.
La higiene de los residentes puede ser deplorable, pasando horas sin cambiar los pañales o las sábanas aun estando éstas ostensiblemente sucias. Nos costó casi dos semanas que las de nuestra madre fuesen las que correspondían a las medidas de su cama. El desorden en el baño y la habitación, sin hacer hasta bien entrado el día y se hace caso omiso hasta en 45 minutos del avisador de la habitación. Había ocasiones en las que se ha dejado medio desnuda a nuestra madre, sólo con una camiseta y el pañal. Se ha perdido ropa que nunca se ha encontrado ni devuelto. Se han perdido y roto gafas y audífonos que no han sido repuestos, ni intención de ello. Simplemente nos han ignorado en nuestra reclamación. Se han extraviado en varias ocasiones tomas de medicamentos tan sensibles como la Oxicodona y otras más que nos hacen dudar que las pautas se hayan tomado completas. Nuestra madre necesitaba ser levantada para comer fuera de la cama pero no se hacía más que en contadas ocasiones. Si no, dejaban la comida en una bandeja, comiera o no comiera y con la medicación sin tomar. No hay coordinación entre los distintos servicios: quien llegaba nuevo (y eran legión) no era previamente informado de las patologías de nuestra madre siendo que tenía dos vértebras rotas y había que moverla con especial cuidado. La falta de seguimiento de instrucciones básicas como la limpieza de una CEPAC, la cual, a pesar de haber dejado instrucciones escritas en la habitación sobre cómo proceder con ella nos la hemos encontrado conectada, sin desmontar ni limpiar bien entrada la mañana. A mi madre la llevamos una televisión con conexión a internet para que pudiera ver SU (una sola) serie favorita y otras mal contadas cuatro películas. Pues bien, a pesar de poner unas instrucciones lo más simples posibles junto a la TV, en el 90% de las ocasiones las auxiliares pasaban de hacer caso a mi madre aduciendo que “era muy complicado y no tenían tiempo”. Se ha tardado un mes en reparar una lama del somier que se rompió y nadie lo hizo hasta que les insistimos por escrito y con fotos. Se ha tardado un mes en aportar un informe de deposiciones a pesar de reclamarlo repetidamente por escrito y que cuando se recibe contiene “errores”, “inexactitudes” y “omisiones” esenciales en el control de aquéllas, esenciales para la salud de nuestra madre. Etc, etc, etc.
Un desastre sin paliativos y que la ubicación de la Residencia en Santo Domingo NO OS LLEVE A ENGAÑO.

Merce

He tenido a mi padre unos 10 días ingresado aquí, hasta trasladar a otra residencia cerca de casa. Mi padre salió del hospital después de 11 días, comía bien, tomaba gelatinas etc ..salió con oxígeno por insuficiencia respiratoria y cardiaca y en silla de ruedas por no tener fuerzas de momento. Hablo de 88 años de edad.
Era importante estar pendiente y hacerle beber ,comer y un poco de caso con algo de fisioterapia.
Sencillamente, como era para unos días debieron decir, lo justo, ni os compliques ....Lo aparcaron en un lado, y ya está .
Mi padre está ahora de nuevo en el hospital con una deshidratación brutal porque ellos no han hecho su trabajo, totalmente desubicado y desconfiando de todos . Está sin hablar y su disfagia agudizada. Con delirios y no se que será de él .
Se de lo que hablo, porque soy personal sanitario. Sin duda , no recomendaré este sitio a nadie , poca profesionalidad y empatía. Espero sus familiares nunca se vean en esta situación.
Y si ,estaba cansado , agotado. Venía de un ingreso y lo que ello conlleva, pero es una persona, como todos nosotros, y si no quieren este tipo de trabajo que requiere empatía, cariño y mucha paciencia, miren si se equivocaron de profesión.
La medicación no venía con mi padre , y algunas cosas de aseo también compradas en farmacia con lo que tuvimos problemas a la hora de cogerselas .Hagan una reflexión .

Silvia Guimard

Un lugar agradable donde poder vivir con todas las comodidades necesarias para un anciano que necesite de cuidados y compañía. El personal atento, amable y dispuesto a ayudar en todo momento. Las habitaciones confortables y limpias y la comida hecha por profesionales que se esmeran en que el menú sea variado y agradable aunque no lleve sal. Un lujo de entorno para que nuestros ancianos disfruten de un descanso merecido.

Isabel Esteve

Experiencia terrorífica. Aseo nefasto, moratones, caídas con brechas con puntos ,perdida de peso preocupante, olvidos en la medicación . La limpieza de la habitación y baño horrible. Ambiente estresante. No se la recomendaría a nadie. Cambiamos a mi madre a otra y estamos encantados, ha recuperado peso, no ha vuelto a tener un moraton y ha vuelto a ser ella.

Memé y punto

Experiencia muy negativa x falta de personal,, lo que lleva a la negligencia en aseo y atención. Consideran que las caídas son normales en personas dependientes. En mi caso mi mamá nunca se había caído y no tubo mora tones x q se la movilizaba con todos los cuidados en domicilio. Aquí salió llena de moretones y señales por caídas que no notificaron a la familia y puntos de extensión, visita la residencia de mañana y verás una cara distinta a la que se presenta en las tardes. Les mueve el dinero no la atención humana. Espero sirva de referencia para vuestros mayores que nos dieron la vida y se merecen un trato digno y cuidados adecuados.

Maria luisa Indarte rivero

He acudido a esta residencia durante 9 días mañana y tarde y lo que me he encontrado es una escasa atención, no tienen personal suficiente, de madrugada te encuentras con la falta de limpieza y el olor que delata que durante la noche nadie las ha cambiado. Por la tarde las personas dependientes las ponen en fila o mirando para la pared, nadie te informa de las caídas de tu familiar, que les parecen algo normal con la medicación un completo desastre. La limpieza de baños es una vez al día aunque el baño esté sucio no vueven a limpiarlo. Solo la fisioterapeuta se ocupó de hacer algún ejercicio pero insuficiente para tantos residentes. Pierden ropa y objetos todo el tiempo por lo que puedes encontrarte al residente vestido con ropa que no es suya.El personal no está preparado para atender a tanto residente a veces te encuentras que en tu zona de pasillo no hay nadie para acudir si llaman. Es preocupante por el riesgo que corren de caídas Espero que las inspecciones hagan su trabajo por que sería para sancion a orpea.

Isabel Hernández del cura

No valoran a los ancianos,se despreocupan,no les hacen ningún informe médico ni psiquiátrico.
Tal es su despreocupación que .i padre trajo ropa que no era suya.
Y para colmo me cobraban 2 meses cuando estuvo solo uno.
Nada recomendable.

Angeles Esteve

La limpieza es muy buena en la planta baja y tienen un precioso jardín, eso es lo único que tienen. Las animadoras y la fisio muy bien, pero para de contar.

Personal escaso, desbordado y aunque con buena voluntad sin conocimiento de lo que tienen que hacer.
Los médicos que hay duran de uno a dos días, y pasan grandes temporadas sin medico ni enfermera, pues quien dice ser enfermera hablaba de vendajes "comprensivos".
Las camas de alzheimer se desenchufan por las noches.
La comida normal es pasable, pero la texturizado está malisima.
Mi madre amanecía llena de cardenales y a veces heridas y casualmente nadie se había enterado de que las tenía, ni aunque le llevases al médico, nadie sabía. Pero nadie tenía información de si comía bien o dormía bien o con que se había hecho las heridas.
En 6 meses solo una reunión con la familia.
La mayoría de los días cuando llegaba a la segunda planta a ver a mi madre me encontraba a todos los residentes apilados en el pasillo, muchos días solos y algunos descuidadaente mirando a la pared o a la puerta del baño o discutiendo entre ellos.
La ropa se pierde incluso sin estrenar y nadie da razón alguna.
Las habitaciones sucias con restos de pañales, esponjas y ropa sucia en el suelo.
En resumen, si le quieres no le metas allí por muy bonito que sea el jardín.